Con veinte y tantos años, se fue en busca de una vida mejor.
Dejo a su princesa en un pequeño pueblo español mientras él construía de la nada un palacio de cristal para que pudierais estar a salvo.
Sin conocer el idioma, sin bagaje, sin amigos, solo con su fuerza paternal y valentía de melodías de fondo...Se marchó.
En apenas cuatro años, aprendió la lengua francesa, se puso a estudiar el carné de conducir de camiones, trabajó y compró vuestro primer hogar: una chabola de Saint-Denis.
Iba y venía a su pueblo natal para asegurarse de que todo iba bien, en uno de sus viajes, las semillas del amor germinaron, su princesa se quedo embazada...Pasaron cuatro años, para que él decidiera llevárselas al país de la posible salvación. Una madre y su niña morena de cuatro años entraron en aquel territorio desconocido y allí empezaron de nuevo. Tú, naciste en esa tierra vecina en 1962 y te convertiste en la niña de sus ojos. Su tesoro más preciado, su orgullo más intenso.
Esto fue sólo el principio de la nueva vida de mis abuelos...
de los que han sido para mi, unos padres.
La mayor parte del tiempo, su mirada triste se pierde en la nada.
Anclado en su universo interior, no somos capaces de penetrar en él para ayudarle.
Se vuelve cada vez más pequeño, más invisible.
Sus recuerdos son sólo una vieja tapicería muy valiosa con colores mágicos y dorados pero para él, es incolora.
Se olvida de su vida de luchador, de emigrante español, de su mujer, de sus hermanos, de su hija, y de la niña de sus ojos grises. Se olvida de todo, incluso de las palabras.
Pero sucede a veces, que la vida tiene compasión, y nos ofrece pequeñas treguas.
Empieza por esbozar una sonrisa y te mira de forma traviesa e infantil.
En falta de cariño, le basta con un beso o una caricia.
Lo más doloroso es cuando quiere intercambiar contigo palabras...y casi nunca lo consigue.
Incapaz de formular frases, de su boca arrugada y delgada, salen sonidos sin dueños y muy pocas veces palabras.
Es entonces, cuando se percata de todo y siente la rabia remover sus entrañas. Abre ligeramente la boca y escuchas : "¿por qué?"
Al instante, se te llenan los ojos de lágrimas pensando en lo que fue ese hombre tan fuerte e invencible y lloras inconsolable sobre esa vida marchita que aún tiene raíces vivas.
Sé que no hubieras aceptado la decisión que tomamos ayer. Fue duro, muy duro. La sensación de abandono inevitable. De rendición. Pero su princesa ya es incapaz de cuidar de él, se ha convertido en la bruja malvada de su mundo interior. Así que, pensamos que es lo mejor. Puede que mejore un poco si deja entrar personas ajenas en su túnel infinito, puede que el final de su vida sea más alegre en compañía de otra gente... hasta que decida retomar su vida de emigrante y emprenda el viaje eterno agarrado de tu mano.
"Pleamar" Toundra
Gracias Veci por estar aquí, como siempre, sujetándome.
Un post duro, pero hermoso. Acompañado de una nostálgica y preciosa melodía
ResponderEliminarUn saludo Miss
Gracias YO por tu apoyo virtual pero incondicional. Un abrazo grande.
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