He vuelto a hacerlo.
Soñar que vives. Perdida en tus locuras.
Sueño que estás sola y desorientada.
Y no te ayudo. No. Te ignoro.
Cansada de las botellas esparcidas por tu vida,
de los botes de antidepresivos siempre abiertos.
Mi mirada busca las personas que me puedan salvar.
O que pueda yo salvar.
Y tu estás pero no te veo.
Y mueres, por enésima vez.
Una voz me susurra "ha pasado algo".
Y la noticia desgarradora.
y el mismo dolor, la misma incomprensión.
Te has ido sin decir nada.
En mi sueño, estoy acompañada,
Al instante, unos brazos me envuelven.
A pesar del dolor, me siento reconfortada.
Y abro los ojos. Las dos y media de la mañana.
Invisible ante la faz del mundo, bajo al salón.
Me asomo al balcón con una taza de té en las manos.
El calor que envuelven mis dedos,
Es lo único que tengo.