Sintió de repente que todo este año había sido una farsa.
Una obra teatral, tragicomedia a la Corneille, que no dejaba ver realmente el espectáculo que se desarrollaba detrás del telón.
Hoy ni las máscaras, ni los maquillajes, ni las bambalinas y ni las luces eran capaces de desempeñar su papel. El decorado era precario.
Su esencia : un caos sumergido en la nada.
Está cansada de identidades falsas. Exhausta por recorrer el camino con una brújula que cambia de dirección a cada paso que da.
Destrozada por no ser capaz de apreciar lo que está a su alrededor, por no conseguir ser tan fuerte como algunos lo pretenden. Expectativas irreales.
¿Te has sentido así alguna vez? ¿No ser capaz de ser quien te gustaría ser... hasta el punto de olvidarte de cómo es esa persona inventada?
Esa persona inventada se llama escudo. Nadie quiere que seas así. Tu alrededor te quiere tal y como eres, y eso implica también que te quiere con tu tristeza. Y no estarán a tu lado para intentar que seas más fuerte, ni para que dejes de sufrir, estarán a tu lado para que sepas que tienes a quien agarrarte.
ResponderEliminarLas expectativas las tienen las personas que esperan algo. Teniéndote a nuestro lado ya no necesitamos nada más.
Vuelvo a mi identidad de anónimo... bonne nuit.