Voy a romper las ventanas y a entrar como el aire...

lunes, 4 de junio de 2012

Flash-back nº1

05h00 PM

En un insignificante autobús que viaja por una carretera española

Ha salido temprano esta mañana para ir a ver a su abuelo recién salido del hospital. Una visita de lo más breve para matar la ansiedad y asegurarse de que todo "anda" bien.
Trayecto de vuelta.
Intenta evadirse pero la ansiedad no para de brotar desde que ha amanecido. En su casa, le esperan más de cien exámenes por corregir, otras tantas medias por calcular...odia las evaluaciones. Además, el calor es sofocante y  le cuesta respirar.
Le ha tocado sentarse al lado de una monja. Saca Momo del bolso. Se acomoda y se pone a leer. Está a punto de acabar el libro que ya leyó unos años atrás y que le encantó. No hubiera podido escoger mejor libro con la tarea aplastante que le espera y las pocas horas que le quedan para cumplirla.
Levanta la cabeza, mira discretamente la mujer de Dios y piensa:
"¿Cómo hace esta mujer para vivir por alguien cuya existencia es dudosa? ¿Cómo consigue que su fe nunca se agote? Yo antes creía en "algo" y ahora...puuuff, demasiadas cosas por hacer como para creer en algo que no sé si existe. El caso es que me parece que era más feliz cuando creía en "cierta energía universal". En fin...No sé cómo lo hace esta mujer..."
Retoma el libro que sujeta abierto con su mano derecha. Cuando no quiere que se acabe un libro saborea muy despacio cada palabra, vuelve a leer párrafos enteros con tal de alargar el final, no quiere que se acabe su tregua. Si pudiera saltaría en las páginas del libro, ayudaría a Momo a vencer los hombres grises, saldría de esta maldita realidad.

[¿De qué te quejas pequeña lectora?
No tienes ni idea de lo que te espera...]


En un insignificante piso situado en el noveno piso de un inmueble francés

No puedes más. Esta mañana, has vuelto a discutir con él. Se ha ido con el pequeño, supones que para ver su amante.
Y tu hijo mediano que no te coge el teléfono. Tus amigas hacen lo mismo. ¿Para qué llamar a tu hija que está a miles de kilómetros y probablemente te ignore también?
Estás sola en casa. A mediodía, te acercas a la farmacia en busca de tu bálsamo existencial.
Seguramente pienses:
"No debería con la inmensa receta que me ha dado el psiquiatra de la clínica...pero estas pastillas no me hacen nada...vuelvo a las mías"
Subes en ascensor. Te encierras en casa. Te quitas los zapatos. Llenas la botella de agua y tomas tus medicamentos. Aliviada. Puedes comer algo. Te tumbas en el sofá y ...

Buen viaje.

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