12 de marzo, son las 23h, sigues respirando.
13 de marzo, son las 5h00 en punto de la madrugada, abandonas tu lucha. No tengas miedo, fueron nuestras palabras ahogadas.
No sé qué pensar, ni cómo sentirme. Me dejo simplemente arrastrar por la marea de la rutina, porque simplemente resulta muy difícil pensarte. Cuando te recuerdo, no consigo irme de esa habitación de hospital. Estás agonizando. Y revivo la última semana, tus siete días de interminable lucha.
Sin fuerzas y resignada, te agradezco que me hayas esperado antes de irte. Sabes? Todo parecía más sólido mientras estabas abuelo. No busco señales, ya no creo en ellas. Pero...no puedo evitar imaginaros a los dos. ¿Estás con ella? ¿Qué hacéis todo ese tiempo? Felicitando juntos al peque?
Os echo de menos.
" Hoy se entristecen tus naranjos y las tierras que has labrado porque no te volverán a ver". (Tony, mi hermano/primo)
Demasiado tiempo sin pasarme, y se ve que vos tampoco estas pasandote.
ResponderEliminarUn saludo y espero leerte pronto