Voy a romper las ventanas y a entrar como el aire...

martes, 11 de diciembre de 2012

Precumpleaños

Lo sé: son muchos años. Y tienes miedo.
Te niegas a envejecer, ver cómo el tiempo surca huellas en tu piel.

Estás angustiada y te escucho decirme "no quiero hacerme vieja", 
te sonrío y hasta me burlo de ti. Mírame, yo también envejezco Mama, no soy inmune al tiempo al igual que tu. ¿Lo ves? Aquí, me ha salido una arruguita. Me respondes con una mueca. Venga, no te enfades... Qué más da mientras sigamos con alma de adolescencia rebelde.
Eso, era antes. 

Ahora, me invade un sabor amargo...y frío.
Envejezco sin ti. Y me acuerdo...
de tu piel que nunca he llegado a ver realmente arrugada, 
de tu voz que siempre retumbaba como una caricia,
de tus ojos dulces y melancólicos, 
y sobre todo, recuerdo tus manos rosas y suaves, e infantiles con los hoyitos que las caracterizaban.

Las recuerdo tanto que a veces te toco.

Así que minutos antes de tu cumpleaños, haremos este ritual:
Te pensaré tan fuerte que conseguiré crearte,
Acariciaré tu mano y la cogeré suavemente pero con firmeza para que no te me escapes,
Te haré recordar instantes felices y caminaremos juntas hasta cruzar la puerta.
Borra todo lo malo, empiezas de nuevo,
¿Estás bien? Respira tranquila, estoy aquí. 
"Non, je ne regrette rien" Edith Piaf

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